jueves, 22 de junio de 2017

Crónica natural del mes de junio.


Acaba la primavera y empieza el verano, ademas de que manera, mucho calor y muy poca agua en los manantiales. Una de las cosas que tiene vivir en la aldea es seguir el ritmo de las estaciones y ver como los seres vivos siguen sus ritmos vitales.



En estos días es muy habitual encontrarse volantones de pájaros recién salidos del nido y que malamente saben volar. No te los lleves a casa, sus padres están cerca velando por ellos.




Los tritones jaspeados adultos y las crías de salamandra del lavadero de nuestra finca, ya se han marchado a iniciar su rutina terrestre, hasta el próximo periodo reproductor que volverán a buscar el agua.





En el lavadero del pueblo me he encontrado a las ranas patilargas que están en periodo reproductor con la puesta de huevos.



Por desgracia también están en época de celo las culebras bastardas y al aumentar su actividad, también aumentan los atropellos en las carreteras de este ofidio que es el que alcanza mayor tamaño en la Península Ibérica, hasta dos metros y veintinueve centímetros. Esta de la foto pasaba del metro de longitud.



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